Uno de los países más importantes en el tema de la jardinería es Japón, quien se ha distinguido de los demás por la belleza y esplendor de sus jardines, un estilo único que lo caracteriza por la riqueza de elementos que junto con las técnicas que se han desarrollado a través de los años y conceptos filosóficos, se ha logrado alcanzar la grandeza que poseen los paisajes naturales.
El bonsái es el arte y la ciencia de cultivar árboles y arbustos en macetas decorativas. Sin embargo, el simple hecho de tener un árbol en maceta no hace de este un bonsái. Un bonsái es una réplica artística de la forma que posee un árbol natural pero en menor escala.
El bonsái es el resultado de distintas disciplinas: botánica, técnica, arte y filosofía. La meta de toda persona que trabaja un bonsái es la perfección, la cual no se alcanza si existe la falta de alguna de las disciplinas del bonsái.
El bonsái es un término japonés que significa «árbol en maceta» (bon, vasija y sai árbol o arbusto). Se trata, pues, de un árbol ó arbusto que se cultiva en una maceta ó vasija, que no debe perder las características del árbol adulto, y debe mantenerse en un tamaño reducido mediante distintas técnicas de cultivo. Además de estos conocimientos, se requiere sensibilidad artística, amor y respeto hacia las plantas y tener conocimiento de algunos conceptos filosóficos orientales. La planta no es solo un objeto sino algo que nace en la tierra y se aproxima al cielo, el cual posee su vida y espíritu.
Para la realización de un bonsái no se necesita un tipo de planta en particular, en realidad se puede realizar con cualquier tipo de planta, pero esta debe producir madera, es decir, un tronco que sea leñoso.
Debido al reducido tamaño de los espacios en Japón, el bonsái se adapta a los espacios de menor proporción de las grandes ciudades, proporcionando una parte de la naturaleza más cerca de nosotros, pues este posee la majestuosidad y belleza que posee un árbol adulto en su medio natural. Así, cuando contemplamos un bonsái, este debe despertarnos la misma sensación de tranquilidad y grandeza que producen los árboles que habitan en los grandes bosques y selvas de los paisajes naturales.